Florencia Amat / Club Internacional de Prensa - Se cumplen 20 años del comienzo de la Invasión de Irak. La segunda guerra del Golfo se mantiene todavía como un pilar imprescindible para el estudio de la evolución del periodismo español. Los corresponsables de guerra hicieron una labor inigualable para que todos nosotros, sentados en el sofá de nuestras casas, pudiésemos ver los horrores en los que nuestro país también participaba. Ahora bien, la cobertura periodística del conflicto no fue la misma en todos los países. ¿Qué es lo que cambia?
El gobierno de Estados Unidos se cercioró bien de que su versión fuese la única escuchada por sus ciudadanos. Los periodistas allí presentes iban acompañados de unidades militares, las cuales coartaban en cierta -y gran- medida su capacidad informativa. Estos reporteros firmaron contratos con los militares en los que prometían no comunicar información que pudiera comprometer la posición de las unidades, las misiones futuras, las armas clasificadas y la información que pudieran encontrar.
La "sobreprotección" de estos periodistas por parte del ejército americano se puede interpretar de varias maneras. A mi parecer, fue solo una táctica más de la Casa Blanca para asegurarse el ganar la guerra desde todos sus frentes, incluido el informativo. No hay conflicto que se precie que no deba ganarse también en la opinión pública, la cual bebe de los medios de comunicación. ¿Son cómplices los periodistas de esta desinformación - o información a medias?
El periodismo no debería obedecer a intereses financieros o políticos. Sin embargo, en este caso vimos perfectamente cómo a veces el código deontológico de la profesión no se respeta como debería. No podemos centrarnos solo en el papel de los medios estadounidenses en cómo influyeron en la visión popular de esta guerra. En España, también se pecó de sensacionalismo y falta de objetividad; entre otros, por la evidente afiliación con Estados Unidos en la guerra y el claro posicionamiento político del país. Las noticias cambiaban de color dependiendo de la cadena que las emitiese - y del país desde donde se retransmitían.
Mi corta edad me impide hablar por experiencia propia del tema, ya que todo lo que sé lo he ido aprendiendo a lo largo de los años -posteriores- con mucho trabajo de investigación detrás. Por eso, no podía dejar pasar la oportunidad de incluir las opiniones de Javier Fernández Arribas, presidente del Club Internacional de Prensa y reconocido corresponsal de guerra. Aunque cubrió la Invasión de Irak desde el frente, sí que estuvo presente en la guerra del Golfo de 1990, dotándole de experiencia en el campo.
"Estados Unidos está pagando el caro precio de comenzar una invasión a Irak bajo argumentos que luego resultaron no ser reales", afirma. "Hay que analizar con frialdad lo que supuso esta guerra en Irak después de la de Afganistán; o mejor dicho, manteniendo en la mirada la de Afganistán". En sus ojos, esta invasión marcó lo que podría ser "un cierto declive del poder de Estados Unidos en el mundo occidental y en los principios y valores adoptados".
El excelentísimo artículo de Olga Rodríguez en elDiario.es cuenta desde dentro la invasión de Irak, centrándose sobre todo en cómo los medios de comunicación son tremendamente responsables de la legitimación de las acciones tomadas por el gobierno estadounidense. En la crónica, narra las dificultades que pudieron pasar los periodistas para contar los hechos de manera clara y honesta. "Las consecuencias nefastas de aquella invasión llegan hasta hoy. Pero en el llamado primer mundo ya casi nadie recuerda cuánta gente ayudó a impulsarla, quiénes se enriquecieron con ella, cuáles fueron los crímenes y cuáles las prácticas periodísticas que no deberían repetirse más", concluye, y no podría tener más razón.
Miguel de la Fuente publicó también recientemente un tweet recordando su trabajo en TVE como reportero gráfico de guerra, explicando que él fue uno de esos periodistas "empotrados" que se estableció con el ejército americano en Kuwait, entrando desde allí por el sur y quedándose a unos 100 kilómetros de Bagdad. En esos tres meses, tuvo que presenciar el fallecimiento de varios compañeros, entre ellos Julio Anguita y Jose Couso, a quienes desde el Club recordamos también.
