El comunicador Jesús Quintero ha fallecido este lunes a los 82 años, en la residencia de Nuestra Señora de los Remedios, localizada en el municipio gaditano de Ubrique. Tras someterse una operación de una patología cardiaca y sufrir varios problemas respiratorios, la familia de Quintero decidió ingresarle en dicha residencia, donde pasó sus últimos días.
La carrera periodística del presentador de El loco de la colina se remonta a los años sesenta, tras opositar y conseguir una plaza en la Radio Popular de Huelva. Aquí locutó en varios programas como Ciudades, El hombre de la roulotte y Estudio 15-18. Este último programa marcó un antes y un después en su carrera periodística, ya que fue muy representativo de la época de la transición.
Además de trabajar en la sede de Huelva de RNE, el comunicador también fue partícipe en el Centro Emisor del Sur de RNE, en la sede de Madrid de la misma cadena y en Cadena SER.
Su trayectoria no solo se limita a la radio: también es relevante mencionar programas de televisión como El perro verde, El Vagabundo o Trece noches. Estuvo trabajando dentro de TVE y en producciones independientes para esta última y Canal Sur Televisión, donde hizo polémicas e interesantes entrevistas a personajes relevantes de la época de los 90.
Su introducción al mundo televisivo definitivamente dio de qué hablar: en 1982, nació su programa estrella llamado Para mayores sin reparos, más tarde renombrado como El loco de la colina. Esta emisión nocturna empezó siendo emitida desde Sevilla y pasó a la SER al año siguiente. En 1984, RTVE registró el nombre del programa como marca industrial, razón -entre muchas otras- que le llevó a abandonar de nuevo el mundo de la radio. Para entonces, El loco de la colina ya se había convertido en un éxito internacional, llegando a países latinoamericanos como México y Argentina.
Jesús Quintero dio un giro de 180 grados al mundo de las entrevistas. Sus silencios alargados, sus pausas meditadas y su tonada calmada son algunos de los elementos distintivos del periodista cuando se trata de entrevistar. Él mismo renegaba de ser entrevistado, pese que a él le encantaba ser el que hacía las preguntas. Su estilo se ha consagrado en la cultura periodista española como algo único e irrepetible.
Gracias a las entrevistas que hizo a más de 500 personajes públicos, y a las decenas de años de carrera que llevaba a sus espaldas, Quintero obtuvo unos dos centenares de premios. Los más significativos son los dos Premios Ondas (uno Internacional en 1990, y otro por el programa El Vagabundo en 2001), la Antena de Oro concedido por la Federación de Asociaciones de Radio y Televisión en 2003 o el Premio Micrófono de los informadores dado por la APEI en el mismo año.
