La detención del presidente de El Periódico, José Rubén Zamora, retrata los problemas a los que se enfrenta el periodismo en Guatemala.
Denunciar la corrupción en Guatemala tiene serias consecuencias, tal y como demuestra la detención del periodista José Rubén Zamora durante la noche del viernes 29 de julio. Las autoridades allanaron las oficinas del medio mientras se producía la detención del presidente en su propia vivienda. En ambas situaciones, sin especificar los cargos atribuidos a Zamora ni qué buscaban.
Rafael Curruchiche, Fiscal Especial contra la Impunidad, aclaró que la detención estaba relacionada con su faceta de empresario, no por su voz crítica como periodista. Asimismo, Juan Luis Pantaleón, portavoz de la Fiscalía, declaró que la investigación se relaciona con delitos de lavado de dinero, tráfico de influencias, chantaje y conspiración.
Como protesta ante la situación, Zamora se declaró en huelga de hambre el pasado sábado, pues se considera un preso político. Tiempo atrás, El Periódico había publicado una serie de artículos acusando al Gobierno de corrupción.
¿Qué está pasando con el periodismo en Guatemala?
Ante la falta de libertad de expresión, un grupo de periodistas de Guatemala se ha unido para formar “No nos callarán”, plataforma que defiende el derecho a informar y la libertad de prensa. Desde sus redes sociales, también han denunciado la persecución sufrida por el presidente de El Periódico, que entiende como un ataque hacia la prensa. Sin embargo, el caso de Zamora no es el único.
Carlos Choc, corresponsal de Prensa Comunitaria, fue detenido el pasado enero por “instigación a delinquir” al dar cobertura a una manifestación en 2021. El periodista declaró que las fuerzas de seguridad requisaron su teléfono y micrófono cuando trababa de realizar su trabajo.
Anastasia Mejía Tiriquiz, periodista y directora de Xol Abaj Radio y Xol Abaj TV, también se vio envuelta en problemas con la justicia tras retransmitir en directo unas protestas en 2020. Finalmente, en septiembre de 2021, se consideró que no había pruebas suficientes en su contra.
Estos son algunos de los muchos casos de periodistas que se han visto enredados en problemas legales por hacer su trabajo en Guatemala. Desde “No nos callarán” siguen luchando por poder llevar a cabo su profesión de una manera segura, independientemente de a quién señalen sus noticias.
