Tras catorce meses de calvario, los familiares de los periodistas y la asociación Reporteros Sin Fronteras (RSF) han oficializado la liberación de los profesionales de la información, supuestamente detenidos por las Fuerzas Armadas de Burkina Faso. Aún queda por liberar un tercer reportero, cuyo paradero se desconoce.
Adama Bayala, columnista de la cadena BF1, y Alain Traoré, redactor jefe de la emisora Radio Omega volvieron a sus hogares el pasado 17 de septiembre. De acuerdo con RSF, en octubre de ese mismo año, el Ministerio de Justicia de Burkina Faso aceptó el reclutamiento involuntario de Bayala, aunque no proporcionó información sobre Traoré.
"RSF está contento de conocer las esperadas liberaciones de Adama Bayala y Alain Traoré, casi dos meses después de que Guezouma Sanogo y Phil Roland Zongo fueron liberados", comentó Sadibou Marong, jefe de RSF para el área de África subsahariana.
Marong criticó cómo se llevan a cabo los reclutamientos forzosos, aunque reconoció que pueden ser legales en ciertas circunstancias. "Estos reclutamientos forzosos podrían ser legales según el decreto de movilización general, pero nunca debieron ser aplicados de manera arbitraria a periodistas que solo estaban realizando su trabajo", afirmó, pidiendo la liberación de Atiana Serge Oulon, "el último periodista que, muy probablemente, fue reclutado a la fuerza".
RSF también reportó que Oulon, quien es editor del periódico L’Événement, probablemente aún está en servicio después de su reclutamiento forzoso. A pesar de que se anunció su liberación a finales de julio, todavía no ha podido reunirse con su familia.
Antes, se liberó a otros periodistas como Sanogo, quien es presidente de la Asociación de Periodistas de Burkina Faso (AJB), y Boukari Ouoba. También están Luc Pagbelguem y Kalifara Seré, de BF1, quienes igualmente estuvieron más de un año reclutados por el gobierno militar del país, el cual no ha dado comentarios sobre estos eventos ni sobre el paradero de Oulon.
Desde el golpe de Estado de 2022, Burkina Faso, bajo la dirección de la junta militar del Movimiento Patriótico de Salvación y Restauración (MPSR), ha experimentado un aumento de la inseguridad debido a ataques de grupos relacionados con Al-Qaeda y el Estado Islámico, incrementando la violencia entre comunidades y provocando la creación de grupos de autodefensa respaldados por el Gobierno.