La sede del Club Internacional de Prensa ha sido el escenario de la presentación de LIFE T4C, un proyecto financiado por la Unión Europea cuyo objetivo es encontrar una alternativa sostenible al caucho para los campos de césped artificial.
La presentación del proyecto corrió a cargo de Javier Fernández Arribas, director de Espama Comunicación, empresa que forma parte del consorcio, junto a otras cinco compañías españolas y alemanas.
Como explicó Fernández Arribas a los periodistas asistentes, “este proyecto, financiado por la Unión Europea, se puso en marcha en septiembre de 2023 y su objetivo es encontrar una alternativa sostenible al sustrato de caucho que, a día de hoy, está presente en los campos deportivos de césped artificial y que, según la normativa europea sobre microplásticos, deberá irse eliminando progresivamente en el plazo de ocho años, por su toxicidad y por el hecho de ser un elemento altamente contaminante”.
La prohibición del uso de partículas de caucho en los campos de nueva construcción ha obligado a buscar una alternativa a este material que se venía usando desde hace años como sustrato del césped artificial ha sido desarrollada por la compañía Green World Compounding, uno de los miembros del consorcio, que se dedica a reciclar y reutilizar plásticos de origen agrícola.
“Green World Compounding ha diseñado un producto, el Ecolastene, que sustituye a las partículas de caucho consideradas como microplásticos. Se trata de un compuesto obtenido a partir del reciclaje de plásticos de origen agrícola, que no es tóxico, es sostenible y puede ser reciclado al final de su vida útil”, explicó Javier Fernández Arribas.
“Este sustrato sirve para dotar de elasticidad al césped artificial, para que el balón bote mejor y para que la superficie de juego esté en óptimas condiciones, tanto desde el punto de vista del juego como de la seguridad, para evitar lesiones en los jugadores”, explicó.
Una vez que el consorcio termine de desarrollar este producto y las fibras de césped adecuadas, se instalarán los primeros campos de pruebas, como el que ya se está construyendo en Toledo). En ellos, el Grupo Igoid, otro miembro del consorcio, encargado del análisis y certificación de instalaciones deportivas, realizará los tests pertinentes para certificar que son adecuados para la práctica del deporte.
“El objetivo es proponer una alternativa que pueda sustituir a los actuales campos de fútbol de césped artificial, que, según lo establecido por la Unión Europea, deberán desmantelarse al final de su vida útil para reemplazarlos por otros que no contengan microplásticos, como se indica en el Reglamento UE 2023/2055 de la Comisión Europea”, concluyó Fernández Arribas.
Foto: Espama Comunicación/ Guillermo López